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El estado de ánimo
deprimido es una de las condiciones de malestar psicológico más frecuentes de
los seres humanos. Todos nosotros hemos experimentado en ciertos momentos
tristeza o desánimo ante algún suceso negativo, pero este malestar desaparece
en poco tiempo.
Un trastorno depresivo no
es lo mismo que un estado pasajero de tristeza. El cuadro que presenta una
persona deprimida puede ser muy variado en cuanto a los síntomas y en cuanto a
su evolución temporal. En algunos casos se trata de formas episódicas y en
otros se trata de síntomas permanentes de modo casi continuo. También puede
variar su gravedad: en ciertos casos se trata de estados leves y en otros
existen deseos de suicidio. Pero en general, cualquier persona con depresión
suele presentar un conjunto de signos y síntomas:
Síntomas anímicos
La tristeza es el síntoma anímico por excelencia de la
depresión. A veces puede presentarse irritabilidad, sensación de vacío o
nerviosismo.
Síntomas motivacionales y conductuales
La apatía, la indiferencia, pérdida de entusiasmo e
interés, en definitiva, la disminución de la capacidad del disfrute, es también
uno de los síntomas principales de la depresión. A veces hasta levantarse de la
cama por las mañanas se convierte en un gran esfuerzo, y en muchos casos se
abandonan los estudios o el trabajo.
Síntomas cognitivos
La memoria, la atención y la capacidad de
concentración pueden llegar a resentirse en las personas deprimidas. Son
frecuentes también sentimientos de culpa y la pérdida de autoestima.
Síntomas físicos
Problemas de sueño. Normalmente se trata de insomnio:
dificultad para quedarse dormido, despertarse frecuentemente a lo largo de la
noche o despertar precoz. En un pequeño porcentaje de personas que sufren
depresión puede darse el caso contrario, lo que llamamos hipersomnia. Otros
síntomas físicos comunes son la fatiga, pérdida de apetito y una disminución de
la actividad y del deseo sexual.
Síntomas interpersonales
En las personas deprimidas las relaciones con los
demás también se deteriora. Disminuye el interés por reunirse con compañeros,
amigos, familia. Se sienten deseos de aislarse de la gente en general.